Alergia a animales e insectos
DESENCADENANTES
Los principales alérgenos que provocan los síntomas de alergia a los animales son unas proteínas que se encuentran sobre todo en la caspa, saliva, orina y desechos de los animales.
Todos estos alérgenos son partículas muy pequeñas e invisibles, que pueden flotar en el aire y ser inhaladas con la respiración.
ALERGIA A LOS GATOS
La alergia a los gatos o a los perros afecta aproximadamente al 15% de la población.
En general, los gatos suelen originar reacciones alérgicas más graves que los perros.
El principal alérgeno presente en el gato es el Fel dI (Felis doméstico) y se encuentra principalmente en las glándulas sebáceas de la piel y en las glándulas salivares sublinguales.
Las partículas que componen este alérgeno son muy pequeñas (< 5 micras) y ligeras, por lo que quedan suspendidas en el aire, penetrando en nuestro organismo a través de las vías respiratorias.
Estas partículas suelen adherirse a las paredes de las casas y se acumulan en alfombras, colchones, cojines, ropa para la cama, sillas tapizadas, etc. Aunque se decida dejar de convivir con el gato, la mejora de los síntomas no es inmediata, ya que este alérgeno puede permanecer en casa durante 3-4 meses o incluso más.
ALERGIA A LOS PERROS
El principal alérgeno del perro se denomina Can FI y se encuentra principalmente en el pelo y en la caspa del animal. La saliva y la piel son sus principales fuentes de producción.
SÍNTOMAS
Los síntomas más comunes son: rinitis, conjuntivitis, asma, urticaria, lesiones cutáneas.
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Antes de desprenderse de la mascota, puede intentar poner en práctica las siguientes medidas:
- Mantenga la mascota siempre fuera de la habitación del alérgico. También deberíamos mantener la mascota fuera de otras estancias donde pasemos mucho tiempo, así se reducirá considerablemente la exposición a los alérgenos.
- Los espacios de la casa accesibles al animal deben ser fáciles de limpiar, por tanto, evite el uso de alfombras, cojines, muebles tapizados, etc. El suelo debería ser preferiblemente de madera o cerámica.
- Utilice purificadores de aire domésticos que atrapen los alérgenos presentes en el aire y reduzcan la cantidad de alérgenos que pueden causar alergia.
- Siempre que sea posible, el cepillado de la mascota y la limpieza del habitáculo o jaula del animal, debe ser llevado a cabo en el exterior y por una persona no alérgica. En el caso de que lo tenga que hacer la persona alérgica, esta debería llevar una mascarillas respiratorias y, cuando termine, lavarse y cambiarse de ropa.
- En caso de que la mascota haya previamente entrado en la habitación de la persona alérgica o pueda ocasionalmente volver a entrar en los dormitorios, hay que poner fundas antiácaros y anti alérgicas en colchones, almohadas, nórdicos y mantas. Esto porqué los alérgenos de las mascotas penetran en colchones, almohadas y objetos tapizados. Una vez que se hayan instalado allí es casi imposible removerlos y, sin fundas protectoras, volverán a entrar en contacto con la persona alérgica.
- Utilice una buena aspiradora con filtro HEPA para la limpieza doméstica.
Si cree que usted o alguien de su familia padecen síntomas alérgicos o tienen dudas al respecto, consulte a su médico o pediatra. Ellos le remitirán, en caso de ser necesario, a un médico especialista en enfermedades alérgicas (alergólogo). El diagnóstico solo puede ser efectuado por un médico titulado.