Los ácaros del polvo son una de las causas más comunes de alergias respiratorias. Aunque son invisibles a simple vista, están presentes en colchones, almohadas, sábanas, sofás e incluso peluches. Si tú o alguien en casa sufre estornudos, picor de ojos, asma o congestión al despertar, los ácaros podrían ser los culpables.
Afortunadamente, existen formas eficaces de reducir su presencia. Aquí te contamos cómo evitar los ácaros con medidas sencillas y efectivas para tu día a día.
1. Lava las sábanas en agua caliente
Uno de los métodos más directos para eliminar los ácaros es lavar la ropa de cama a más de 60 ºC. Esta temperatura es clave para destruir los alérgenos y matar a los ácaros. Lo ideal es lavar las sábanas y fundas de almohada una vez por semana.
2. Evita almohadas y edredones de plumas
Aunque pueden parecer más acogedores, los rellenos de plumas son un lugar perfecto para que se acumulen los ácaros. Opta por almohadas y edredones sintéticos hipoalergénicos, que se pueden lavar fácilmente y no retienen tanta humedad ni polvo.
3. Airea y expón al sol colchón, mantas y almohadas
Antes de hacer la cama, airea bien la habitación y deja que el sol entre. Si es posible, saca las mantas y almohadas al exterior durante unos minutos. El sol actúa como un desinfectante natural y el aire fresco reduce la humedad que tanto atrae a los ácaros.
4. Usa fundas antiácaros para colchón y almohadas
Una de las medidas más eficaces a largo plazo es proteger el colchón y las almohadas con fundas antiácaros certificadas. Estas fundas crean una barrera física que impide que los ácaros entren o salgan del colchón, y ayudan a reducir la exposición al alérgeno DerP1, principal desencadenante de síntomas.
5. Usa un deshumidificador constante
Los ácaros necesitan ambientes húmedos para sobrevivir. Si el nivel de humedad relativa supera el 50%, se multiplican. Un deshumidificador eléctrico ayuda a mantener la humedad controlada, especialmente en dormitorios y zonas mal ventiladas. Idealmente, mantenla entre 40 y 50%.
6. Pasa la aspiradora con filtro HEPA
Asegúrate de usar una aspiradora con filtro HEPA, que atrapa partículas microscópicas como excrementos de ácaros, polen y polvo fino. Aspira al menos dos veces por semana alfombras, colchones, sofás y rincones de difícil acceso.
7. Lava o congela los peluches
Los peluches acumulan fácilmente ácaros, sobre todo en las habitaciones infantiles. Lávalos regularmente a 60 ºC o mételos en una bolsa hermética al congelador durante 24 horas. Después, déjalos al sol para eliminar la humedad residual.
8. Evita alfombras y cortinas pesadas
Las superficies textiles gruesas como alfombras, moquetas y cortinas pesadas retienen mucho polvo y humedad, creando un entorno ideal para los ácaros. Siempre que sea posible, opta por suelos lisos (como parquet o vinilo) y cortinas ligeras lavables.
9. Mantén seco y fresco el lugar donde guardas harinas y alimentos
Aunque los ácaros del polvo no se alimentan directamente de comida, otras especies como los ácaros del almacenamiento sí lo hacen. Mantén secos y ventilados los armarios de cocina, y almacena productos como harinas, cereales y frutos secos en botes herméticos. Si hay humedad o insectos, ventila bien y usa deshumidificadores pequeños en la despensa.
Conclusión
Reducir la presencia de ácaros en casa no requiere cambios radicales, sino pequeñas acciones constantes. Si combinas una buena higiene del hogar con productos específicos como fundas antiácaros y deshumidificadores, notarás una gran diferencia en la calidad del aire y en tu salud respiratoria.
¿Quieres empezar hoy mismo? Explora nuestra selección de fundas antiácaros certificadas y soluciones para el hogar sin químicos en euroallergy.com.