Existe el mito ampliamente extendido que es el otoño es el peor momento para las personas con asma y rinitis alérgica.
La realidad es que el verano, debido a la diversos factores resulta ser también un periodo crítico.
En realidad, no se trata de una condición de salud estacional si no que requiere de un cuidado continuo todo el año. Aquí algunos factores que explican el empeoramiento de algunos alérgicos a los ácaros en verano:
1. Humedad incrementada:
Los ácaros del polvo prosperan en ambientes húmedos. Durante los meses de verano, la humedad tiende a aumentar (hasta un 60% o más en zonas costeras), lo que crea el ambiente perfecto para que los ácaros se reproduzcan a un ritmo acelerado. Esta proliferación puede aumentar significativamente la cantidad de alérgenos en el aire, lo que a su vez intensifica los síntomas en las personas alérgicas.
2. Uso de sistemas de aire acondicionado:
Aunque mantenerse fresco es esencial, los sistemas de aire acondicionado pueden circular el aire cargado de ácaros a través de la casa, especialmente si los filtros no se limpian regularmente. Esto puede aumentar la exposición a los alérgenos y, por lo tanto, los síntomas de alergia.
3. Temperaturas idóneas 30ºC o superiores.
Estos tres factores juntos crean la tormenta perfecta, que se remata en otoño.
Sin embargo, si quieres estar bien cuando las hojas empiecen a tomar tonos ocres, debes cuidar tu alergia todo el año.